Ricardo Fujikawa es un hombre de mundo. Habla cinco idiomas, es médico y ha centrado su vida en torno a la quiropráctica. Actualmente enseña en el Centro Universitario María Cristina de San Lorenzo, un lugar del que confiesa haberse enamorado.
¿Cómo llegó a especializarse en quiropráctica?
Me gradué en medicina en 1993 en Brasil. Cuando fui a Estados Unidos yo estaba enfermo de asma y conocí a un quiropráctico que me trató y quedé encantado. Así que me fui a estudiar a Estados Unidos. Allí me gradué y luego volví a Brasil para empezar con una universidad de quiropráctica.
¿Cómo son los estudios?
Son cinco años de enseñanza. Es un programa que entrena al profesional para ver los problemas de la columna vertebral. No es medicina alternativa, es una profesión de salud en la que se estudia la columna para comprender cómo funciona el sistema nervioso y cómo los problemas de columna cambian la transmisión nerviosa y nuestra salud. Los quiroprácticos hacemos los ajustes manuales, de donde viene el nombre quiropraxis: hacer con las manos. El alumno necesita conocimientos de anatomía, fisiología, bioquímica, biomecánica, etc.
¿Y las clases?
Tenemos una metodología distinta a la tradicional. El aprendizaje está basado en problemas. El alumno es un poco más independiente, él tiene que buscar las informaciones que necesite. Desde el principio existe una mezcla de práctica y teoría, todo está integrado.
Este es el primer grupo de estudiantes en esta titulación. Son 24 alumnos venidos de todas las partes de España porque es el único sitio donde hay un estudio de quiropráctica universitario en toda España y el segundo centro de enseñanza en castellano después del de México. El resto de enseñanzas son en inglés.
¿Qué diferencias hay con otras disciplinas como puede ser la fisioterapia?
La fisioterapia está desarrollada para recuperar una función de cualquier persona que se haya dañado en una práctica deportiva. Para ello se hacen aplicaciones con tratamientos físicos como hielo o calor para recuperar los movimientos y la función, mientras que la quiropráctica tiene una visión muy fundamentada en la filosofía vitalista. El cuerpo tiene propiedades innatas de autocura. Cuando ajustamos a un paciente la columna vertebral, todo este cambio empieza y ponemos a la persona en el camino de la salud.
¿Cómo llegó a especializarse en quiropráctica?
Me gradué en medicina en 1993 en Brasil. Cuando fui a Estados Unidos yo estaba enfermo de asma y conocí a un quiropráctico que me trató y quedé encantado. Así que me fui a estudiar a Estados Unidos. Allí me gradué y luego volví a Brasil para empezar con una universidad de quiropráctica.
¿Cómo son los estudios?
Son cinco años de enseñanza. Es un programa que entrena al profesional para ver los problemas de la columna vertebral. No es medicina alternativa, es una profesión de salud en la que se estudia la columna para comprender cómo funciona el sistema nervioso y cómo los problemas de columna cambian la transmisión nerviosa y nuestra salud. Los quiroprácticos hacemos los ajustes manuales, de donde viene el nombre quiropraxis: hacer con las manos. El alumno necesita conocimientos de anatomía, fisiología, bioquímica, biomecánica, etc.
¿Y las clases?
Tenemos una metodología distinta a la tradicional. El aprendizaje está basado en problemas. El alumno es un poco más independiente, él tiene que buscar las informaciones que necesite. Desde el principio existe una mezcla de práctica y teoría, todo está integrado.
Este es el primer grupo de estudiantes en esta titulación. Son 24 alumnos venidos de todas las partes de España porque es el único sitio donde hay un estudio de quiropráctica universitario en toda España y el segundo centro de enseñanza en castellano después del de México. El resto de enseñanzas son en inglés.
¿Qué diferencias hay con otras disciplinas como puede ser la fisioterapia?
La fisioterapia está desarrollada para recuperar una función de cualquier persona que se haya dañado en una práctica deportiva. Para ello se hacen aplicaciones con tratamientos físicos como hielo o calor para recuperar los movimientos y la función, mientras que la quiropráctica tiene una visión muy fundamentada en la filosofía vitalista. El cuerpo tiene propiedades innatas de autocura. Cuando ajustamos a un paciente la columna vertebral, todo este cambio empieza y ponemos a la persona en el camino de la salud.
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